

Hace muchos años me parecía una bobada estirar y no le encontraba sentido, es más pensaba que era pérdida de tiempo. Después de algunos meses de hacer ejercicio empecé a sentir la necesidad de estirar porque cada vez sentía mis músculos más contraídos. Así que empecé a estirar antes y después de cada entrenamiento por lo general hago varios ejercicios de estiramiento dependiendo de los ejercicios de fuerza que trabajé o que vaya a trabajar. Invierto 5 minutos al inicio y otros 5 minutos al final de la rutina, estirando cada músculo por mínimo 15 segundos.

Muchas veces no tenemos en cuenta estirar antes y/o después de un entrenamiento por andar de prisa y por el poco tiempo del que disponemos para entrenar y no se imaginan lo imprescindibles que son los ejercicios de estiramiento para evitar lesiones.

Los estiramientos favorecen y permiten tener los músculos en buena forma. Así como debemos entrenar correctamente cada grupo muscular, así mismo debemos estirar cada grupo muscular.

Si estiramos antes del ejercicio preparamos al músculo y lo ponemos alerta para que comience a realizar el ejercicio. Mantenemos los músculos activos y más jóvenes. Mejoramos la flexibilidad y con ella la movilidad del cuerpo.

Los ejercicios de estiramiento se deben realizar de forma lenta y relajada. Nunca deben ser dolorosos. Podemos estirar todos los días así no hayamos realizado ningún ejercicio de fuerza o cardiovascular. Lo ideal es estirar después del precalentamiento y antes del ejercicio y al terminar la rutina.

El yoga y el pilares son otra buena alternativa para estirar el cuerpo, además de que aumentan la resistencia, promueven la relajación, reducen el estrés, mejoran la flexibilidad y promueven estabilidad.