Un nuevo comienzo!

febrero 4, 2022
jmejia@administradorescreativos.com

Cambiar tus hábitos alimenticios no es fácil, sobretodo porque te encontrarás con muchos tropiezos en el camino.

Para empezar una vida saludable solo necesitas de ti y de tu fuerza de voluntad. Debes tener claro por qué quieres cambiar tus hábitos.
La clave está en empezar poco a poquito. De nada sirve que tomes decisiones drásticas en una semana si al finalizar ésta volverás a lo mismo.

Yo me encontré conmigo misma hace unos 6 años y no pude hacer mejor elección que aprender a comer, a cocinar, a ejercitarme y a vivir mejor. La decisión estuvo en mí, no había presión, ni depresión.
Simplemente empecé a hacer ejercicio y aunque estaba delgada en ese entonces, quería ver mejores resultados, así que empecé a leer y a investigar sobre vida saludable. Ya había dado el primer paso: Hacer ejercicio. Pero eso no lo era todo.

Analicé mis hábitos alimenticios y noté que consumía mucha azúcar refinada, aunque solo era en el café, decidí dejarla. Empecé reemplazándola con miel, luego agave, hasta llegar a stevia. Eso tomó algunas semanas pero la motivación seguía en pie. En esos mismos días decidí limpiar mi lacena y mi nevera. Dejé solo productos frescos y eliminé alimentos procesados y enlatados.

Cada vez le cogía más gusto a ir a mercar, escoger los alimentos que cocinaría y por ende más amor a la cocinada. Me gusta crear platos ricos, nutritivos, pero sobretodo fáciles.

En medio de este proceso de cambio de hábitos, quedé embarazada, fui una mujer muy activa, seguía haciendo ejercicio aeróbico y también con pesas, además incorporé yoga para tener una conexión más fuerte con mi bebé.

Al principio fue duro la cocinada porque le cogí asco a mi propia comida, así que comía en restaurantes pero finalizando el primer trimestre de embarazo regresé a la rutina de cocinar y de alimentarme lo mejor posible para tener un bebé sano y fuerte. Gracias a Dios, Sofía nació fuerte y aún lo es. Con mi embarazo comprobé que no hay nada que te impida seguir con lo que te gusta. Es difícil cambiar nuestra mente por eso te aconsejo que cada cambio que hagas sea mínimo, para que no te aburras y regreses a lo mismo.

Cuando vives tu día a dia responsablemente con tu cuerpo, los “gustos” se disfrutan sin remordimientos. Porque los hábitos están y permanecerán aunque te salgas por unos días o por unas horas y lo mejor es que puedes vivir sin privarte de nada.