
Pensar más en lo que comemos y por qué comemos, puede ser uno de los factores más importantes para determinar cuánto tiempo vivimos. Pero pocas veces nos sentamos a analizarlo, porque vivimos en piloto automático.
La inflamación es la antecesora de muchas dolencias y enfermedades que atacan a la humanidad a corto y largo plazo. Algunas fuentes de inflamación son obvias, pero otras no.
Investigadores en Noruega compararon recientemente los efectos a largo plazo de una dieta occidental típica (comida rápida, comida congelada, comida procesada) con una dieta óptima, y se obtuvo que los que llevan una dieta óptima, donde consumen mayormente cereales integrales, legumbres, pescado, frutas, verduras, frutos secos, y reducen las carnes rojas y procesadas, las bebidas azucaradas y los cereales refinados, pueden agregar entre 6 y 12 años de vida dependiendo de la edad en la que inicien a cambiar su alimentación.
Nunca es demasiado tarde para comenzar un hábito positivo.
Según los Institutos Nacionales de Salud, 14 de las 15 principales causas de muerte en Estados Unidos en el 2019 fueron enfermedades inflamatorias crónicas. Esto significa que es más que probable que la causa ha existido durante mucho tiempo debajo de la superficie (crónica-como el iceberg) que termina afectando al cerebro, sistema cardiovascular, azúcar en la sangre o donde haya un eslabón débil genético (enfermedad).

Te preguntarás, ¿Cuáles son las enfermedades que se relacionan con la inflamación? Empecemos con todas las que terminan en “ITIS”, sinusitis, rinitis, cistitis, etc. Además, la inflamación se asocia con asma, colón irritable, intestino permeable, psoriasis, esclerosis múltiple, enfermedades cardiovasculares, Alzheimer y, recientemente, con la diabetes tipo 2 y el cáncer. Por mencionar algunas.
En vez de preguntar cuál es la dolencia, pregunta de dónde proviene la inflamación oculta a largo plazo que está alimentando esta enfermedad.
El problema de esta sociedad es que nos hemos acostumbrado a vivir con dolores, malestares y enfermedades. Y estar enferma NO es normal.
También hay que entender cuándo la inflamación promueve una buena o mala salud y cómo y cuándo debemos estar alerta para reducir el riesgo de enfermedades relacionadas con la inflamación, si tratamos la inflamación regeneramos las células del individuo, logrando que esté más sano y más joven.
Ojo! No toda la inflamación es mala. La inflamación por tiempo limitado es necesaria para promover la cicatrización y la recuperación de heridas, así como para reducir la propagación de infecciones transmisibles y desencadenantes ambientales como insectos, parásitos, virus, moho, hongos y bacterias.
Hay muchos factores que contribuyen a la inflamación, pero uno de los principales está en nuestro tenedor.

DETÉN LA INFLAMACIÓN ANTES DE QUE INICIE, CON ESTOS 5 TIPS:
1. Lo principal para una mejor salud, es centrarse en vivir un estilo de vida antiinflamatorio.
Sé más consciente de las exposiciones ambientales diarias que aumentan los genes inflamatorios.
Está atenta de los productos químicos que se utilizan en los cultivos de los alimentos.
Elige una mejor alternativa, como alimentos orgánicos, sobre todo aquellos que consumes su piel.
2. La comida es la fuente más común que alimenta la inflamación.
Te recomiendo la “Dieta del Arcoíris”, que actúa como un extintor de incendios para apagar el exceso de fuego infamatorio en el cuerpo. Es decir, selecciona múltiples colores de frutas y de verduras en cada comida. Esfuérzate en comer por lo menos 15 frutas o verduras diferentes por semana.
3. Incluye alimentos nutritivos que no sean procesados y no te excedas en los alimentos azucarados.
4. Descansa bien por la noche. La privación del sueño conduce a un sistema inmune más débil, lo que puede hacernos más susceptibles a la inflamación y a la infección.
5. ¡Muévete! El ejercicio regular ayuda a desintoxicar el cuerpo y desarrolla una fuerte respuesta inmunológica.
BONO:
¡Comienza hoy! Trae a tu conciencia las siguientes preguntas:
¿Respeto y quiero mi templo (cuerpo)?
¿Es esta comida infamatoria o antiinflamatoria?
¿Quiero vivir y disfrutar de mi vida con salud?
Con el tiempo, los hábitos saludables equivalen a una vida más saludable. ¡Así, que más vale prevenir, que curar!